Porque si eres conocedor del trabajo de Owens, desde aquellos intensos años 90 (o incluso antes), sabrás que desde que empezó a darle a lo textil, siempre ha mantenio un estilo propio que hoy le hace total merecedor de toda una retrospectiva en la pinacoteca de la moda de París. Un verdadero espectáculo que, al nombre de Rick Owens, temple of love, convierte el Palais Galliera en el mejor marco para tratar de delimitar el universo Owens, ese que tanto ha regalado a los amantes del glamour, lo slash y lo grunge.
Un placer visual con el que poder recorrer cada una de las salas dedicadas al creativo vanguardista, icono de culto que, desde sus inicios en Los Ángeles (cuando fundó su firma en el 94 al abandonar sus estudios en el Otis College of Art and Design) comenzó a apuntalar su fama y éxito comercial.
Diseños, fuentes de inspiración (su esposa y musa Michèle Lamy, la primera), múltiples trabajos del pasado y ultimísimo presente y gran cantidad de imágenes de su archivo personal todas presentes en esta mirada minuciosa a la labor de décadas del diseñador de la elegancia más despreocupada, de la versión más depurada de aquel deconsruccionismo belga, y de la clásica nostalgia grunge.
Arquitecturas brutalistas, hombros kilométricamente despegados, siluetas tan oversized como ceñidas, metamórfosis y mucho futurismo, resumidos y bien combinados en este temple of love, que no se olvida del famoso dormitorio californiano (del que han partido muchas de sus mejores y más transgresoras locuras) y de esa provocación constante de Owens como más personal eucaristía gótica.
Del 28.06.2025 al 04.01.2026.
Texto: Bru Romero
