Y es que el artista ruso se convierte en comisario de la expo My Romantic Ideal, una retrospectiva fotográfica con trabajos de Alejandro Ruiz, Bruce LaBruce, Luke Abby, Lukasz Leja, Gerardo Vizmanos, Tom Bianchi, Cameron Lee Phan, Tyler Matthew Oyer o el propio Mogutin sobre el deseo, la intimidad y la propia identidad, que desafian esa idea romántica que, a veces, ya chiría y sigue volando entre nubes de algodón. 

Un verdadero punto de encuentro de artistas ya consagrados y otros emergentes (en The Bureau of General Services – Queer Division en Nueva York) que se encargan de fotografiar su idea de romanticismo bajo unos parámetros, quizá, no muy populares. O sí. Una idea de romanticismo muchas veces dirigida por las reglas heteronormativas, que en esta exposición recalculan sus pasos para mostrar al curioso espectador que las normas sociales no deben ser tan rígidas, pues la tensión (en el amor) es ya algo innecesario.

Porque si Katharine Hepburn (de la que celebramos su nacimiento el pasado día 12) decía hace décadas que "si obedeces todas las reglas, te pierdes toda la diversión", en lo romántico se podría circular con las mismas directrices. Rebeldía, pasión, ternura, morbo y mucho, mucho amor que dar y recibir tan contradictorio como sentimental. Una declaración de intenciones que, con Slava Mogutin a la cabeza, plantea un determinante diálogo generacional acerca de lo que entendemos como romántico en estos tiempos volátiles de gustos con una fecha de caducidad muy cercana, pero que a pesar del sufrimiento que puede traer consigo, sigue siendo testigo de cómo la gente se sigue enamorando, pues mientras esos sentimientos duran, te sientes "j*didamente bien", palabritas de Barbra Streisand en 'El amor tiene dos caras". ¡No se la pierdan!

Hasta el 31 de agosto de 2025. 

Texto: Bru Romero